Pepe estaba deseando ponerse a las órdenes de Mourinho. Tanto es así que adelantó dos días su incorporación a los entrenamientos. Estaba previsto que el central se uniera al equipo mañana, directamente para viajar a la pretemporada de Los Ángeles, pero él pidió expresamente incorporarse ayer, 27 días después de jugar su último partido del Mundial, frente a España.
El principal motivo es que el jugador portugués quería ponerse a trabajar cuanto antes para fortalecer aún más su rodilla derecha, aquella que se lesionó en diciembre en Mestalla y le mantuvo de baja casi seis meses. En el Mundial ya demostró que tiene olvidada esa rotura del ligamento cruzado, pero quiere estar a tope para Mourinho y ayer le demostró que ha regresado de las vacaciones (en las que también se ejercitó) en perfecta forma.
En el partidillo de ayer volvió a jugar junto a Garay y, aunque es obvio que todavía le falta ritmo para situarse a su mismo nivel (el argentino le lleva dos semanas de preparación de ventaja), volvió a demostrar su jerarquía. Al finalizar el entrenamiento, se pudo ver a un Pepe que ya ha recuperado la sonrisa, bromeando, como en él es habitual, con Marcelo, e incluso con el propio Mourinho.
El que abandonó el entrenamiento con el gesto torcido fue Drenthe. El holandés tuvo un roce con Pedro León. Durante el partidillo, éste le dio un fuerte golpe en la cara, algo que le molestó.
Por su parte, Benzema vivió una jornada feliz por fin al marcar dos goles en el ensayo y mostrar buen nivel.
Mar Ago 03, 2010 12:30 pm por 
