Del “círculo virtuoso” al “plan austero”. Entre el concepto más célebre del proyecto original de Laporta y una de las primeras proclamaciones de Rosell como nuevo presidente han pasado siete años. De la temporada 2003-04 a la 2010-11. Por el camino 38 fichajes, más de 400 millones de euros gastados, dos presidentes, dos entrenadores... y un legado de títulos abrumador que han colocado al Barcelona en una marca de éxito probado y una referencia estética indiscutible.
El Barcelona en caída libre que recogió la directiva de Laporta se convirtió con una facilidad sobrecogedora en el mejor equipo del mundo. Sólo hubo una campaña de transición, la primera. Una temporada que fue la promesa de un futuro mejor. La evidencia que había un plan que empezó a vislumbrarse con claridad con la llegada de Davids. Antes la directiva apostó por una política de fichajes de supervivencia acorde con la situación económica del club. Se compró barato y se logró encender la mecha del círculo virtuoso con la llegada de Ronaldinho. Con él también aterrizaron al Camp Nou Rustu, Quaresma, Luis García, Mario, Gio y Davids, estos dos últimos como cedidos. Siete años más tarde, el último exponente de esta camada de fichajes, el último reducto del círculo virtuoso original, está a punto de hacer las maletas. Márquez se irá a Estados Unidos. El mejicano costó cinco millones como una opción ‘low cost’ de Chivu, el preferido de los técnicos, y se va como un jugador totalmente amortizado, clave en la consecución de los títulos, pero con el mismo aire de desgana que ha acompañado algunos de los pilares de los mejores años de Rijkaard en el banquillo como Ronaldinho y Deco. De la apetencia y el hambre de sus primeras temporadas al alambre del abandono en sus últimos años. Por sorpresa de muchos, la transición del Barcelona de Rijkaard al de Guardiola fue vertiginosa. Del ‘il dolce far niente’ de la etapa oscura de Frank a la ‘obsesión’ por el trabajo de Pep en sólo un año.
Lo más sorprendente del giro fue precisamente la política de fichajes, nada revolucionaria si se tienen en cuenta los intangibles que reproducía el equipo en el campo antes del verano. Alves (29’5 + variables), Cáceres (16’5), Keita (14), Piqué (5) y Henrique (10). La temporada siguiente el club realiza un gran esfuerzo con la llegada de Ibra por cerca de 46 millones más el pase de Eto’o. Los fichajes millonarios y la renovación al alza de los pilares del equipo ha hecho que Rosell se haya visto obligado a recurrir de nuevo a un plan austero, aunque la situación económica del club sea mucho más solvente. El círculo virtuoso luce ahora una salud deportiva de hierro pero flaquea en la pata económica.