Pep Guardiola está tranquilo. Sabe que la actual junta directiva, siguiendo sus indicaciones y las del nuevo secretario técnico, Andoni Zubizarreta, están haciendo todo lo posible para hacer realidad sus peticiones: fichar a Cesc Fàbregas. El entrenador azulgrana sería inmensamente feliz si llegara el centrocampista catalán porque tendría con él un amplio abanico de posibilidades a la hora de hacer una alineación. Y eso, además, le permitiría mover a otros futbolistas. Un fichaje, múltiple soluciones.
Guardiola ha hablado en varias ocasiones con Cesc. Por ejemplo, en el Mundial de Sudáfrica, en el Hotel DaVinci de Johannesburgo. Fue algo más que una conversación protocolaria y de cortesía. Cesc sabe que Pep le quiere, que el Barça le quiere... y el catalán, a su vez, no se ha cansado de pedirle al FC Barcelona y a los jugadores barcelonistas de la selección, que se lo lleven al Camp Nou.
Doblegar las exigencias del Arsenal, su club, no será nada fácil, porque en principio su máximo responsable deportivo, el francés Arsène Wenger, no quiere sentarse a negociar con el FC Barcelona, a pesar de que en su día, antes de arrancar el Mundial sudafricano, le prometió que le ayudaría a hacerle feliz. De momento, no ha cumplido esa promesa y Cesc se lo recordará este viernes cuando hable cara a cara.
En cualquier caso, de lo que se trata es de llegar a un acuerdo y eso pasa, primero, por conseguir que el Arsenal quiera reunirse con el FC Barcelona, circunstancia que, por mucho que se diga, todavía no se ha producido. Si Cesc ablanda a Wenger, el primer paso de Sandro Rosell será tomar un avión y entablar las primeras negociaciones oficiales con el clubn inglés.
Recordemos que el Arsenal rechazó la primera oferta que la directiva de Joan Laporta envío por fax a finales del pasado mes de mayo.
La actual directiva del FC Barcelona, como ya han dicho en diferentes momentos tanto su presidente Rosell como el vicepresidente deportivo Bartomeu, no estirará más el brazo que la manga y se ha marcado como cifra máxima 40 millones de euros. Ahora bien, SPORT ha podido saber que, como ese fichaje se amortizaría en varios años (cinco como máximo), al Arsenal se le podría ofrecer una importante cantidad de dinero en variables, lo que haría mucho más atractiva la oferta final.
HAY PLAN B
Obviamente, por muchas y buenas intenciones que tengan el FC Barcelona y Cesc, si el Arsenal se niega en redondo, no habrá nada que hacer. Por lo tanto, los responsables de la política deportiva del club, con la anuencia de Guardiola, no tendrían más remedio que activar el plan B, que no es otro que destinar esos 40 millones a otros jugadores que están en el mercado y que pueden reemplazar las necesidades que ahora mismo tiene el primer equipo.
El mercado ofrece opciones ‘low cost’ como el de Adriano para reforzar la línea medular y la banda izquierda. Y además, siempre queda la opción de exprimir al máximo la cantera. Este año el filial jugará en Segunda B y se podrá ver con meridiana claridad el nivel de los pupilos de Luis Enrique.
El plan B tiene un pequeño riesgo y es el del tiempo. Si no lo aplicas esperando a Cesc, corres el riesgo de llegar tarde cuando decidas ponerlo en marcha. Hay jugadores muy apetecibles que ya están entrenando y jugando con sus respectivos equipos. Y si decides decantarte por esa opción y no apurar al máximo la de Cesc (es decir, hasta finales de agosto), siempre te quedará la sensación agridulce de que no hiciste todo lo posible.
Los ‘inputs’ que llegan desde el FC Barcelona es que no hay prisa por contratar a Cesc, aunque mientras antes se haga la operación, mucho mejor para todos. Hay tiempo para hacer las cosas. La clave está en que cada uno juegue sus cartas de forma conveniente. Es cuestión de paciencia.