La 'operación Cesc' atraviesa una ola de frío. El técnico del Arsenal, Arsène Wenger, heló ayer de nuevo las expectativas del Barça al desatender por tercera vez las peticiones del centrocampista de Arenys de Mar y asegurar en rueda de prensa que no se moverá del Emirates Stadium. Dos meses y medio después de soltar aquello de "quiero ir al Barça" y a uno de que se cierre el mercado de verano, el futuro de Cesc está hoy congelado.
Como estaba previsto, el catalán acudió a la Ciudad Deportiva 'gunner' en Colney para hablar cara a cara con su entrenador y presionarle hasta convencerle de que aceptara entrar en negociaciones con el Barça. Todos sus esfuerzos sirvieron de poco. "Olvídate", le respondió un inflexible Wenger, la misma expresión que usó tiempo atrás con Henry o Vieira cuando le presentaron distintas ofertas. De aquel prometedor "Deja tu futuro en mis manos" ya no queda nada. Por si no estaba claro, le recordó entonces que su contrato tiene una prolongada validez hasta 2015.
Por la mañana, el vicepresidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, ya había advertido del hermetismo inglés. Los contactos de estos últimos días tampoco habían penetrado en la voluntad de la directiva del Arsenal. La situación se intuye, de momento, tan inamovible que el presidente Sandro Rosell ha preferido retrasar su viaje a Londres para dar un impulso al fichaje. Las negociaciones entran en un callejón de difícil salida. En el Camp Nou no se rinden, no. Lucharán por Cesc hasta que el sentido común lo permita, pero entienden que hay otras necesidades deportivas que dependen de este asunto. El club tiene en mente destinar los 40 millones de su limitado presupuesto en fichajes al campeón del mundo pero, si las gestiones siguen enquistadas, lo destinarán a contratar a un mediocentro tipo Touré, otro de los reclamos de Pep Guardiola, y a un extremo izquierdo que cubra el 'no' de Cesc. Es la estrategia que la dirección deportiva que encabeza Andoni Zubizarreta está aconsejando a la nueva directiva azulgrana, aunque traten de disimular mirando hacia la cantera.
De todas formas, aún existe margen de maniobra para que Cesc vista definitivamente de azulgrana. Tiene vacaciones hasta el 9 de agosto, como el resto de internacionales del Barça campeones del mundo, pero está citado por el Arsenal el día 5 para hacerse la foto oficial de la plantilla. Por lo tanto, los movimientos azulgrana disponen de una semana de mejora para cambiar el rumbo de las conversaciones. Aunque trate de ocultarlo, al Arsenal también le urge la entrada de dinero y está desaprovechando una buena ocasión si lo quiere invertir después en buscar a un sustituto. La Premier está a punto de empezar